En dos meses, el Distrito deberá sacar 1.801 caballos de las calles. Adopciones, a paso lento.
A 50 días de que acabe el plazo para que los vehículos de tracción animal salgan de las calles, hay un atraso del 53 por ciento en el cronograma del Distrito y, por si fuera poco, a la ciudad le aparecieron entre 900 y 1.000 carreteros que no estaban contemplados.
Para esta fecha ya debería haber 2.300 de estos animales en manos del Distrito y de los adoptantes, pero hoy solo se han entregado 1.089.
Ahora, en menos de dos meses tendrán que hacer el proceso con los 1.801 que faltan, pues ese fue el plazo concedido por el Ministerio de Transporte.
No obstante, fuentes de la Secretaría de Movilidad aseguran que en septiembre el proceso estará listo y que “de haber cambios en los cronogramas, se comunicará de manera oportuna”.
Según Álex Rozo, carretero vinculado al proceso, en las mesas de trabajo con el Distrito se ha mencionado la posibilidad de hacer una prórroga hasta febrero del 2014. “Creo que ni siquiera para esa época van a poder cumplirnos”, señaló.
La otra pata que le salió al proceso, según la concejal Clara Sandoval (partido de ‘la U’) y Carolina Alaguna, coordinadora del convenio de atención veterinaria con las universidades Udca y Nacional, es que al parecer han llegado 1.000 equinos más a la ciudad, que se suman a los 2.890 caballos censados por el Distrito.
Pero no se sabe cuántas de estas personas en realidad han trabajado como carreteros en la ciudad o si algunos compraron caballos para ‘colarse’ en el proceso. El Distrito tiene que revisar los casos, pues una sentencia de la Corte Constitucional exige proteger los derechos laborales de los carreteros. EL TIEMPO intentó hablar con el técnico de la Secretaría de Movilidad encargado del programa, pero no obtuvo respuesta sobre este tema específico.
“Haremos una acción popular, para que tomen en cuenta a estos compañeros que han trabajado en esto toda su vida”, afirmó Rozo.
Cada carretero está recibiendo el equivalente a 21’222.000 millones de pesos para adquirir una camioneta motorizada o un plan de negocio. También hay viviendas para quienes estén en edad de pensionarse o tengan discapacidad.
Hasta ahora, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) y las secretarías de Movilidad y Desarrollo Económico han destinado más de 20.500 millones de pesos para erradicar los medievales vehículos de tracción animal.
¿Qué sucede?
Como van las cosas, a partir del 1 de octubre, todo caballo que esté trabajando dentro de la ciudad, a excepción de los que jalan las carrozas turísticas, será decomisado, pero Bogotá no cuenta con establos para recibir los equinos no censados y la Secretaría de Ambiente tampoco ha desembolsado recursos para construirlos.
Otro inconveniente es el mal estado de salud de los caballos, según la coordinadora Carolina Alaguna. La expectativa es que cada animal esté apenas 7 días en el veterinario antes de ser adoptado, pero algunos deben estar entre 20 y 30 días.
“La mayoría llega con enfermedades gastrointestinales que les causan la muerte en incluso hay casos de fracturas y enfermedades en músculos y articulaciones”, explicó.
Pocos adoptantes resultan ser aptos para garantizar la seguridad de estos animales. “Aquí los equinos tienen más de 10 años y son machos, pero la mayoría quiere hembras jóvenes, para usarlas como reproductoras o como vientre alquilado”, agregó Alaguna.
Rozo advirtió que también hay demoras con la adquisición de los vehículos motorizados. “Agradecemos esta oportunidad, pero hay inconsistencias: no nos entregan las camionetas con las características que pedimos y no les pagan a los concesionarios a tiempo”, dijo.
Además, los familiares de los zorreros que han fallecido o que están presos no han podido reclamar lo que consideran un derecho, pues el Distrito exige que se salden las cuentas con la justicia y los documentos de sucesión.
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